El regreso a la actividad social significa también volver a analizar los factores específicos de la región en la que se desea invertir, el sector de actividad y las empresas que se eligen para la segunda mitad del año de 2020. Eduardo Strecht, analista senior de Libertex, ofrece un análisis de estos factores y recomendaciones de inversión para los próximos meses.
El Ibex 35 sube +27% desde sus mínimos de marzo
El desplome del IBEX35 en marzo, fue muy fuerte, registrando una pérdida de -42.87%, desde el mínimo, ya se ha recuperado cerca de 27%, aunque la volatilidad implícita del índice sigue siendo muy alta en los 32 puntos; una clara indicación de incertidumbre y elevado riesgo.
La fuerza y dinámica de los bancos centrales, ha permitido la recuperación de los mercados de renta variable, con la compra de activos. Ahora que se observa el repunte desde el punto cero de la cuarentena, es tiempo de volver a los factores específicos cuando se analiza un mercado. El mercado de renta variable sufrió un enfoque discriminado, lo que permitió la recuperación rápida de valor en estos últimos meses.
Según Eduardo Strecht: “Como ya decíamos en el mes de abril, en mi humilde opinión, se compra en las rebajas y se vende en la euforia de los máximos, ¿es momento de comprar España? Si, que lo es, el momento de invertir en empresas españolas, ser selectivo, no invertir todo el capital de una sola vez, hacerlo con la sabiduría de un jugador de ajedrez. Invertir a corto plazo no es certero; invertir para el futuro será, sin duda, una buena opción de inversión.”
La segunda mitad de año estará cargada de incertidumbre; después de este repunte, hay que seguir con una estrategia selectiva de activos atractivos en términos de ponderación del riesgo vs retorno. La mejor elección pueden ser las acciones de valor, compañías no cíclicas, compañías de utilidades, compañías tecnológicas, sobre todo liquidez y diversificación de nuestras inversiones.
Según Eduardo Strecht: “España está retomando sus actividades económicas; el turismo está en sus meses más importantes y, ciertamente, la actividad interna va ayudar mucho a este sector. En cuanto a los turistas extranjeros, aún no se sabe si volverán con fuerza o se quedarán en sus países. La actividad industrial, maquinaria, transporte, metales y productos químicos están retomando su actividad, sabiendo de mano que la interdependencia de sus mercados exportadores es sumamente importante para la economía española. Un país solo u una región sola no van a lograr una recuperación de su actividad económica”.
“Esta es una crisis completamente nueva, es como una canasta llena diversas crisis: una crisis sanitaria, una crisis económica, una crisis social y en algunos países una crisis política. Nunca se observó la paralización casi completa del planeta, con el confinamiento general. Esto no solo afecta a las empresas y al empleo, sino que afecta a los gobiernos, con la disminución de sus ingresos fiscales, siendo la pesadilla para muchos gobernantes, con costes altísimos para el Estado, con problemas de una deuda que seguirá creciendo hasta el cielo. En mi humilde opinión, el trabajo del político en la actualidad debe ser el más difícil, agotador y angustiante”, afirma Strecht.
“Los dirigentes políticos tienen que buscar soluciones, el multilateralismo vuelve a ganar protagonismo, en Europa poco a poco los países entenderán que, las soluciones a esta crisis van a salir del conjunto de la unión europea, a nivel global pasará lo mismo”.
Las oportunidades de la crisis
El sector servicios y el turismo van a impulsar, según Strecht, a otros sectores, sobre todo a las pequeñas empresas que no tiene efectivo para sobrevivir a la inactividad durante muchos meses, pero que tiene un rol muy importante en la sociedad.
Los servicios cada vez van a ser más gestionaros desde los propios hogares con el teletrabajo, una realidad a nivel global. Este hecho facilitará una rápida recuperación de este sector, al mismo tiempo que asegura una parte de los salarios de la clase trabajadora. Esta circunstancia mantendrá un cierto nivel de consumo que puede muy sacar a flote muchos micronegocios esenciales para la estabilización de la economía. Las grandes empresas, se beneficiarán de las tasas de interés cerca de cero, debido a los estímulos monetarios de los bancos centrales.
Sin embargo, la incertidumbre es muy grande, por eso la segunda mitad del año, será necesario diversificar las inversiones por divisa, por región, por sector de actividad y por tipo de activos, teniendo en cuenta la ponderación riesgo vs retorno.
¿En qué invertir?
Para la segunda mitad del año, la inversión debe partir de un nivel de liquidez (dinero libre) superior al valor de las inversiones.
Dividir las inversiones en divisas, metales, renta variable y fija. Apostar en la caída del dólar contra divisas de tasas de interés mayor como el peso mexicano y monedas con fuertes posiciones en cuenta corriente como el yen, pueden ser algunas decisiones clave.
Asimismo, comprar oro, delante de tasas cero intereses. Los ETF de índices de renta variable y fija, por norma son muy selectivos y generan acciones con mayor capitalización y los bonos más líquidos.
En acciones se debe elegir las empresas que de las que se tiene un mayor conocimiento, por su actividad económica y por su mercado. De las acciones que constituyen el IBEX35, destacan Iberdrola, Telefónica, Endesa y Naturgy, utilizando como criterio el precio por utilidad (PER), y la rentabilidad por dividendo.
Eduardo Strecht concluye: “Invertir es un arte, no una ciencia y requiere mucho análisis y estudio. Actualmente el riesgo de inversión es muy elevado, los inversionistas solo deben tomar una decisión de inversión cuando estén seguros del riesgo que están asumiendo para su dinero”.
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Fuente original: Comunicae.es.