Las obras se expondrán en la próxima edición de ARCOMadrid que se celebrará en el mes de julio, donde un jurado compuesto por profesionales del arte con importante trayectoria dentro del panorama artístico nacional e internacional elegirá al ganador del premio.
En su quinta edición, el Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente continúa su singular apuesta por algunas de las principales promesas del panorama artístico español, así como por artesanos de primer nivel.
El Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente celebra su quinta convocatoria convertido ya un referente en artesanía contemporánea. El galardón ha reunido una vez más a los mejores artistas emergentes del panorama nacional para crear obras inéditas que trasladen el espíritu de la marca mediante un proceso de producción artesanal reinterpretado en clave contemporánea, con la Alhambra y Granada como inspiración.
Tras ser seleccionados como finalistas, los artistas Antonio Fernández Alvira, Fernando García, Julia Huete, Juan López y Belén Rodríguez expondrán sus obras en el espacio que Cervezas Alhambra tendrá en la próxima edición de ARCOMadrid 2021. La feria de arte contemporáneo, una de las principales del circuito internacional y la más importante de nuestro país, se celebrará entre el 7 y el 11 de julio. El jueves 8 de julio, un jurado formado por profesionales del arte con importante trayectoria dentro del panorama artístico nacional e internacional elegirá al ganador de este año entre todas las obras participantes.
“El Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente cumple en esta convocatoria su quinta edición. Un año más, seguimos avanzando en la consolidación de un premio que está generando muchas expectativas al crear un nuevo contexto para la creación artística, haciendo de la unión entre arte y artesanía contemporánea una forma de producción original y que recoge el pasado, el presente y lo lanza hacia el futuro, dándole nuevos significados” ha declarado Alicia Ventura, comisaria del Premio.
El Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente está presente en la feria ARCOmadrid desde 2017, gracias a una colaboración que surgió de manera natural a partir de unos valores compartidos. Se trata de una apuesta singular que conecta con algunas de las principales promesas del panorama artístico español, así como con artesanos de primer nivel. A lo largo de estos años, el objetivo siempre ha sido ser fieles a la identidad de Cervezas Alhambra, fuertemente marcada por su ciudad de origen. Por esta razón, el Premio está muy vinculado a Granada y al monumento estandarte de esta que, además de ser fuentes de inspiración, simbolizan la destreza del saber hacer, la seducción y una singular exquisitez. Encarnan, en sí mismas, una forma de entender la creatividad que refuerza esa excepcional conexión de Cervezas Alhambra con el arte y la artesanía.
Por ese vínculo se hace también natural la colaboración, como novedad en esta edición, del Patronato de la Alhambra y Generalife, fruto de un acuerdo por el que está presente en las diferentes etapas del premio, como en el nombramiento del ganador al formar parte del jurado que decidirá el fallo del V Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente.
El Premio está además concebido como un proyecto a largo plazo, ya que las obras ganadoras pasan a formar parte del Fondo Artístico de la marca, que se materializa en crear/sin/prisa, la plataforma de creación contemporánea que invita a disfrutar de los detalles del día a día.
Sobre los artistas
Antonio Fernández Alvira ha trabajado Lacería de una geometría vaciada, en la que emplea uno de unos motivos extraídos de la lacería de la Torre de la Cautiva para crear una escultura en la que estos elementos ornamentales, inútiles a efectos constructivos, se valen por sí mismos, sujetándose entre ellos y construyendo su propio espacio. La obra ha sido construida con los mismos yesos y coloreada con los mismos pigmentos que emplearon los artesanos nazaríes.
Con su obra La forma y el alma, Fernando García conecta la práctica del surf y la arquitectura de la Alhambra a través de su relación con el agua, creando analogías visuales entre una tabla de surf y los cipreses, vislumbrando en los picos de Sierra Nevada una ola a punto de romper. Tanto en la Alhambra como en el surf el agua se utiliza como un elemento escultórico que genera alma: en la Alhambra se crea una simbiosis equilibrada de las formas arquitectónicas y de los elementos naturales en un espacio que invita a la introspección; mientras que el surf consiste en la búsqueda eterna de una forma perfecta en un elemento que está en constante movimiento.
Julia Huete ha ideado De dos cuerpos vengo, dos pares de bastidores de madera de castaño sobre los que se tensan una colección de cuatro tapices, combinados de dos en dos y diferentes en cada cara. Los tejidos están inspirados en los lampás nazaríes, un tipo de paño labrado en seda, formado por dos urdimbres, de base y de ligamento, lo que permite la elaboración de un diseño por su anverso y reverso. Con esta estructura, los lampás se sumaban a los elementos que modulaban el habitar en las estancias de la Alhambra pero que también se sumaban al programa de color, caligrafía y arquitectura del palacio.
El artista Juan López ha trabajado sobre uno de los veinticuatro versos del poema grabado en la Sala de Dos Hermanas, atribuido a Ibn Zamrak, uno de los tres grandes poetas de la Alhambra: “Son tan bellas sus columnas en todo que ya vuelan proverbios con su fama”. Resultado de ello, ha estampado en un papel algunos trozos de las palabras del patrón original. Se pone aquí en relación la labor estructural de uno de los elementos arquitectónicos de la Alhambra con las epigrafías y su uso decorativo. La caligrafía ha perdido su carácter comunicativo y su valor semántico en la obra Ápices para dar paso a una visualización basada en la forma, el volumen y la composición.
La pieza de Belén Rodríguez, Hoja verso, está basada en la tintura de telas de algodón con elementos naturales provenientes del granado y otros vegetales descritos en Esplendor del jardín y recreo de las mentes de Al-Tignari, botánico y poeta granadino del siglo XI. Al extraer el corazón de las plantas la artista recrea una enciclopedia vegetal. Un libro de paisajes monocromos, una guía cromática de paseos por el entorno de Granada. Cada hoja es un lugar concreto, un suelo, una luz, un microclima, el destilado de todo un paisaje. Contiene la máxima concreción cromática y la máxima abstracción formal.
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Fuente original: Comunicae.es.