Y aunque las residencias para ancianos puedan parecer un lugar bullicioso donde los mayores nunca se aburrirán, el tedio puede llegar. Por eso, existe la obligación de encargarse de que los usuarios estén bien atendidos como de que no se aburran. Es fundamental la programación de acciones más o menos lúdicas. Actividades que simplemente ofrezcan “ocupar el tiempo” ya serán en sí mismas un beneficio, pues todo lo que proporcione una satisfacción personal contribuye al bienestar de la persona mayor. Sin embargo, no basta con esto. No basta con pasar el tiempo. No basta con dejar la televisión puesta, por mucho que al residente le interese el programa que están echando.
En Residencia Matacas se lucha contra el aburrimiento en la tercera edad con actividades que, además, aporten beneficios físicos, cognitivos, sociales o emocionales para el bienestar.
Es de crucial importancia el trabajo con las personas mayores en este último punto: lo emocional. Muchas veces este aburrimiento se produce como consecuencia de problemas emocionales y de autoestima. Por poner algunos ejemplos, es muy frecuente en mujeres que pierden a sus parejas y tienen que aprender a vivir con ese vacío, o también en personas que han mantenido una vida laboral muy activa y que ven la jubilación con ojos angustiosos y no como ese tiempo de merecido descanso. La jubilación o la pérdida de un ser querido no deberían ser vistos como el fin de la vida útil, una etapa en la que no hay nada que hacer. Uno de los objetivos de Residencia Matacas es el trabajo psicológico para desdramatizar la vejez y vivirla con sus limitaciones, detectando y aprovechando los aspectos positivos de contar con mucho más tiempo.
Este es el primer paso para evitar el tedio y la apatía hacia la vida. A continuación, será clave llenar ese tiempo con actividades que les permitan aprovecharlo al máximo con todas sus capacidades. Un buen paralelismo de esta lucha podría ser el periodo de cuarentena que se ha vivido durante la pandemia por la COVID-19. Al igual que las personas de la tercera edad, había mucho tiempo y pocas cosas con las que rellenarlo. Habría sido muy fácil ocuparlo con actividades que sumieran a las personas en un modo de vida sedentario, pero como se ha visto, las personas no se han resignado y han hallado maneras de no aburrirse integrando el deporte y la formación desde casa. Aunque este periodo haya sido especialmente duro para los residentes y las residencias, donde, además, las actividades de apoyo al mantenimiento físico y cognitivo se han visto limitadas, se debería aprender de él.
Residencias como Matacás, en Sant Adrià del Besòs, siguen esa estrategia de sacarle el máximo partido al tiempo libre, en este caso, de la vejez. De entre las actividades que se pueden realizar, hay que destacar los proyectos de arte y manualidades y la jardinería, que ayudan a mejorar la agilidad y la fuerza, así como a aliviar la ansiedad, el estrés y la tensión. Las caminatas y los bailes también son perfectos para pasar un buen rato y así ejercitarse divirtiéndose.
Al fin y al cabo, lo más importante de estas actividades con las que se luchará contra el aburrimiento es que las personas de edad avanzada estén cómodas y a gusto con lo que hacen. En Residencia Matacas, por ejemplo, con simples pasatiempos como los juegos de mesa, la lectura o un paseo pueden romper con rutinas y así hacer que se sientan felices, autónomos y satisfechos.
En definitiva, ¿qué significa evitar el aburrimiento? En lo que respecta a las personas de la tercera edad, evitar que se aburran es sinónimo de que se muevan, de que piensen y razonen, de que se relacionen… Es decir, de que no se dejen llevar por esas mentiras sobre el envejecimiento que les dicen que ya no pueden hacer nada y así luchar activamente contra el deterioro físico y cognitivo.
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Fuente original: Comunicae.es.