Atrapante y diversa, Buenos Aires se transforma de calle en calle. Crece, se expande y se deja disfrutar en cada uno de sus rincones. Más allá de los circuitos porteños tradicionales, los viajeros descubrirán la experiencia de una ciudad que vibra en sus barrios. Bares de autor, diseño, galerías de arte, gastronomía, moda y propuestas al aire libre atraen a quienes buscan conocer Buenos Aires desde sus barrios.
Acompañar a recorrer algunos de los circuitos alternativos de una Buenos Aires que nunca se detiene.
Chacarita
Este barrio se encuentra a unos 20 minutos del Obelisco y su nombre deriva del diminutivo de "chacra", que en quechua significa "granja". Conocido como la Chacarita de los Colegiales, el barrio alberga el cementerio más grande de Buenos Aires que se creó durante la epidemia de fiebre amarilla, allí descansan muchos de los artistas más importantes de la escena argentina. Chacarita es hoy un distrito gastronómico-cultural muy atractivo, con una amplia oferta de restaurantes y bares de autor, espacios culturales que apuestan a la innovación y la diversidad y teatros y arenas elegidos por artistas locales e internacionales. Entre los imperdibles de este barrio: una de las pizzerías más antiguas de la Ciudad, en Avenida Corrientes al 6800.
Colegiales
Vecino de Chacarita, este distrito es uno de los favoritos para vivir por su tranquilidad y sus espacios verdes, como la Plaza Mafalda, que lleva el nombre del genial personaje de Quino. Estratégicamente ubicado entre Palermo, Belgrano y Chacarita, Colegiales destaca por su famoso Mercado de las Pulgas y sus acogedores cafés y restaurantes.
Villa Crespo
Vecino de Palermo, Villa Crespo es una de las zonas que mejor conserva la identidad de Buenos Aires: calles empedradas, amplias fachadas y perfume de barrio. Destino elegido por las comunidades israelitas o sirio libanesas para sus actividades comerciales, también supo ser territorio de tangos y malevos. Territorio de destacadas galerías de arte, en Villa Crespo, el pasado y el presente juegan a las escondidas con los viajeros que disfrutan de la tarde en alguno de los tantos cafés que habitan sus esquinas.
Y no termina ahí, Villa Crespo también cuenta con una importante zona de outlets de prendas de primeras marcas nacionales e internacionales con precios que resultan muy convenientes.
Almagro
Hogar de Las Violetas, histórica confitería de Buenos Aires, en la esquina de Rivadavia y Medrano, Almagro es uno de los típicos barrios porteños, por su relación con la historia del tango y los tradicionales cafés. Recorrer Almagro es entrar en la historia cultural de la ciudad: los orígenes del tango y los primeros pasos de Carlos Gardel, que inició su carrera en un bar en Rivadavia 3824.
Para completar el recorrido por este barrio, una visita al legendario La Catedral Club, un edificio de tres salones con pisos de madera que forma parte del patrimonio artístico y cultural de Buenos Aires. Aquí se pueden tomar clases de tango, participar de una milonga y degustar comida vegetariana.
Barracas
Su nombre se origina en las antiguas barracas que se construían a finales del siglo XVIII. En este barrio se encuentran la Iglesia de Santa Lucía y la Iglesia de Santa Felicitas, que esconde un misterio de amor y tragedia. Justo en el límite con San Telmo, y a pocos metros del icónico Parque Lezama, se encuentra el Boulevard Caseros, un pequeño polo gastronómico en un rincón soñado de Buenos Aires, soleado y silencioso, y con opciones para todos: parrillas, veganos y bares de autor.
Cada esquina de Buenos Aires espera para que se descubran sus misterios y sus encantos.
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Fuente original: Comunicae.es.