Para los que viven en climas muy fríos, puede deberse al aire frío y seco del invierno. En estos casos es importante cuidar la piel e hidratarla adecuadamente, descubre cuáles son los beneficios de la hidratación de la piel.
¿Para qué sirve una crema hidratante?
Tanto en invierno como en verano, el secreto de una piel bonita es la hidratación. Para esto, es muy importante cuidarse con productos de calidad. Ante las agresiones externas invernales, las estaciones cálidas también son perjudiciales para la piel.
El aumento de las temperaturas y la exposición al sol provocan muchos problemas en la epidermis. Una crema hidratante tanto para el cuerpo como para el rostro es ideal para regenerar y revitalizar la piel.
Las cremas hidratantes favorecen la formación de una película hidrolipídica y limita la perdida de agua. Una crema, un aceite o sérum es perfecto para cuidar la piel. Mas allá del cuidado, no hay que olvidar aplicar una crema hidratante antes de maquillarse.
Hidratación de la piel contra las agresiones climáticas
Si la piel no se hidrata regularmente está expuesta y debilitada por las agresiones externas además de correr el riesgo de perder su aspecto liso y terso.
Tomar mucha agua también es necesario para el ciclo de renovación de la piel, y su falta puede provocar la deshidratación de la misma.
La acción de la crema hidratante
Una crema hidratante retiene el agua en la capa superior de la piel, la epidermis. Así hidratada, la piel está protegida de la contaminación y del envejecimiento prematuro.
Como órgano en contacto permanente con el mundo exterior, la capa superior de la piel es también una fortaleza contra las agresiones. Si se debilita, el cuerpo también se vuelve más vulnerable.
Ingredientes que pueden hidratar la piel
Las cremas hidratantes y humectantes, que rehidratan la capa superior de las células de la piel y sellan el agua, son una de las mejores maneras de tratar la piel seca.
Contienen tres tipos principales de ingredientes:
- Humectantes: Estas sustancias ayudan a atraer la humedad. Incluyen ceramidas, glicerina, sorbitol, ácido hialurónico y lecitina. - Oclusivo: Estos ingredientes, como la vaselina, la silicona, la lanolina y varios aceites, ayudan a sellar la humedad de la piel. - Emolientes: Estos productos contienen aceite, agua y un emulsionante que impide que ambos se separen. Son más ligeros y fáciles de aplicar que la vaselina o los aceites.
Muchas cremas hidratantes contienen tanto un emoliente como un humectante, como los ácidos linoleico, linolénico y láurico.
En general, cuanto más espeso y graso es un producto, más eficaz es para hidratar la piel.
Algunos de los más eficaces y económicos son la vaselina y sus alternativas, y los aceites hidratantes. Como no contienen agua, es mejor utilizarlos mientras la piel está todavía húmeda después del baño para sellar la humedad.
Las lociones diseñadas para hidratar la piel contienen agua y aceite, en distintas proporciones. Suelen contener humectantes y emolientes y pueden aplicarse sobre la piel a lo largo del día.
Evitar tener la tez apagada
Cuando falta humedad, las células de la epidermis tienden a blanquearse. Esto da inevitablemente a la piel un aspecto grisáceo, y opaco.
Para evitarlo, es necesario hidratar el rostro por la mañana y por la noche durante un ritual de belleza. Además, no hay que dudar en ofrecer a la piel (dos veces por semana) una mascarilla hidratante. Esto debe hacerse después de una buena exfoliación para sacarle el máximo partido.
Proteger la piel de las agresiones externas
Como se ha mencionado, la piel es maltratada a diario por las condiciones climáticas.
La epidermis sufre numerosas agresiones externas, en particular la contaminación, el frío, el viento y el sol. Para protegerla, sólo hay una solución: la hidratación.
Retrasar el envejecimiento de la piel
El fenómeno del envejecimiento de la piel es completamente natural y no se puede luchar contra ello.
Sin embargo, siempre es posible ralentizarlo. ¿El secreto? Una vez más, todo es cuestión de hidratación. Para evitar el envejecimiento prematuro de la piel (arrugas, manchas, flacidez, sequedad, etc.), se aconseja utilizar una crema hidratante rica en vitaminas.
Evitar la sequedad
Puede parecer una obviedad, pero se repite: la hidratación evita la desecación de la epidermis y, por definición, todo lo que ésta puede provocar. Por lo tanto, es importante utilizar una crema hidratante facial todos los días, dos veces al día (por la mañana y luego por la noche). Así se le puede decir adiós a la rigidez, el picor y la irritación.
Por último, sea cual sea el tipo de piel, el uso diario de una crema hidratante en el rostro, los labios, las manos, los pies y todo el cuerpo es esencial para luchar contra la deshidratación. Para ello, es imprescindible el uso de una crema adaptada a la parte del cuerpo que se desea hidratar.
Para el rostro, es necesario el uso de una crema de noche, diferente a la de día, ya que las necesidades de la piel son diferentes durante el día y la noche.
Hidratar la piel significa también hidratarla desde el interior. Bebiendo 1,5 litros de agua al día, es decir, un vaso de agua cada hora, y más si es necesario; pero también ingerir grasas buenas (sobre todo omega 3 y 6), mejorará notablemente la hidratación de la piel, que estará entonces más bonita, más luminosa y más confortable.
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Fuente original: Comunicae.es.