Dinamarca es conocida por ofrecer la alternativa perfecta a este tipo de situaciones gracias a la escasez de tiempo, la facilidad burocrática y la posibilidad de realizar los trámites desde cualquier parte del mundo, pero, ¿Es cierto todo lo que cuentan?
El matrimonio al alcance de todos
La unión entre dos personas debería estar solo determinada por la sinceridad de sus sentimientos y la necesidad de formalizar lo que sienten. No obstante, en numerosas ocasiones se encuentran trabas relacionadas con la procedencia o la dura burocracia que consigue alargar la situación durante meses, llegando incluso al año de espera. Dinamarca impone tan solo unos reducidos requisitos para lograr un matrimonio más rápido e igualmente válido en todo el mundo:
- Es necesario ser mayor de edad.
- Los contrayentes han de estar solteros.
- No debe existir ningún tipo de lazo familiar entre los prometidos.
- El matrimonio ha de realizarse por motivos reales, se considerará nulo el matrimonio fraudulento.
- Se necesita un permiso de residencia en la Unión Europea.
- De esta forma, los trámites necesarios para contraer matrimonio son mucho menores en Dinamarca, siendo posible obtenerlos en un periodo de tiempo más reducido, dejando la burocracia como algo secundario, permitiendo a los enamorados preocuparse de lo que realmente importa: ellos mismos.
Matrimonios exprés
Habitualmente, el principal impedimento para algunas parejas a la hora de formalizar su relación es la necesidad de probar la sinceridad de su amor, sobre todo en matrimonios donde una de las personas que lo conforman es extranjera. En estos casos, este día tan esperado para dos personas se traslada en el tiempo, cada vez más lejos, pasando los tres meses, los seis e incluso el año hasta que ambas personas se encuentran libres de los trámites burocráticos. Este no es el único problema, sino que el segundo inconveniente llega con la dilación de la expedición de los diferentes documentos necesarios para probar el primer punto, así como otros exigidos por las diferentes autoridades europeas.
Un cambio radical llega con la tentativa de casarse en Dinamarca, país cuyo Gobierno estableció que el Ayuntamiento de cada ciudad procesaría la documentación requerida para casarse en el país. No obstante, esta situación cambió cuando se instauró la reforma de la Ley matrimonial de 1969 de Dinamarca, estableciendo que la tramitación de dicha documentación se centralizaría en el Ayuntamiento de la capital. Podría pensarse que esto provocó una dilatación de los tiempos en los que se puede acceder al matrimonio, pero, al contrario, Dinamarca sigue destacando por la rapidez con la que esta tramitación burocrática es expedida.
Dinamarca supone una opción segura, rápida y cómoda gracias a la posibilidad de llevar a cabo toda la tramitación de forma electrónica o postal, no permitiendo que la burocracia se convierta en un impedimento para dos personas.
Bodas para recordar
Por supuesto, hay más beneficios aparte de la sencillez de la burocracia danesa y del reducido tiempo necesario para tramitar toda la documentación: no hay que olvidar que Dinamarca es un país con un gran atractivo turístico y paisajes completamente diferente a España.
Los paseos al atardecer por el canal de Nyhavn, disfrutando de la variedad de colores de su arquitectura, o la posibilidad de volver al pasado con el ambiente nórdico de Selandia, isla creada por la diosa Gefjun según la mitología nórdica, así como muchos otras ciudades y rincones convierten Dinamarca en el destino perfecto con el que conseguir una boda inolvidable.
Es posible que en un futuro la situación a nivel europeo cambie con respecto a este tipo de matrimonios, ayudando a las parejas de la misma forma que hace Dinamarca. Hasta entonces, celebrar uno de los días más importantes en la vida de una persona en un país como Dinamarca es una opción con mucho que ofrecer.
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Fuente original: Comunicae.es.